Alcohol y barbitúricos
El alcohol y los barbitúricos son depresores del sistema nervioso central que pueden ralentizar las funciones cerebrales y corporales. Cuando se toman juntos, pueden tener un efecto sinérgico, lo que significa que sus efectos combinados son mayores que la suma de sus efectos individuales. Esto puede conducir a una situación peligrosa y potencialmente mortal.
Los barbitúricos son una clase de fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central para producir sedación y sueño. Actúan potenciando los efectos de un neurotransmisor llamado ácido gamma-aminobutírico (GABA) en el cerebro.
Los barbitúricos se unen a un tipo específico de proteína denominada receptor GABA-A, que se encuentra en la superficie de las neuronas. Cuando un barbitúrico se une al receptor GABA-A, aumenta la actividad del GABA, lo que provoca un aumento del efecto inhibidor del neurotransmisor en las células nerviosas. El resultado es una disminución de la actividad cerebral, que provoca sedación y sueño. Los barbitúricos también bloquean determinados subtipos del receptor ionotrópico del glutamato (AMPA y kainato).
El alcohol también potencia los efectos del GABA en el cerebro, lo que provoca un aumento del efecto inhibidor del neurotransmisor en las células nerviosas. El resultado es una disminución de la actividad cerebral, lo que provoca sedación y relajación. De nuevo.
Y el alcohol puede inhibir la actividad del glutamato, provocando una disminución de la actividad cerebral y contribuyendo a los efectos sedantes del alcohol.
Tanto los barbitúricos como el alcohol también afectan a otros neurotransmisores y moléculas activas. Sin embargo, los peligros asociados a su uso conjunto residen en el efecto sinérgico sobre los agentes químicos mencionados.
La combinación de alcohol y barbitúricos puede hacer que la respiración y el ritmo cardíaco de una persona disminuyan considerablemente, lo que puede provocar la pérdida de conocimiento e incluso la muerte. También puede mermar la capacidad de la persona para pensar y tomar decisiones, provocando accidentes y otras situaciones peligrosas.
Además, al combinar alcohol y barbitúricos, el riesgo de abuso y dependencia grave aumenta de forma crítica.
En definitiva, recomendamos evitar esta combinación.
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