Alcohol y pregabalina
La pregabalina es un medicamento empleado para aliviar el dolor neuropático, las convulsiones y la ansiedad social. Funciona uniéndose a un tipo específico de canales de calcio controlados por voltaje en las neuronas, reduciendo así la entrada de calcio en las neuronas y, en última instancia, disminuyendo la liberación dependiente de calcio de ciertos neurotransmisores como el glutamato, la norepinefrina y la sustancia P, lo que provoca una disminución de las neuronas hiperactivas.
Además, la Pregabalina aumenta la actividad de la enzima descarboxilasa, que convierte el glutamato en GABA, aumentando así las concentraciones de GABA. El uso continuado de Pregabalina también aumenta la concentración de proteínas transportadoras de GABA, incrementando así la tasa de transporte de GABA.
Tanto el alcohol como la Pregabalina son depresores del sistema nervioso central, que ralentizan la actividad cerebral y pueden causar somnolencia, sedación y alteraciones de la coordinación y el juicio. Cuando se utilizan conjuntamente, los efectos de estas dos sustancias pueden ser adictivos, lo que aumenta el riesgo de efectos secundarios e interacciones peligrosas, incluido un mayor riesgo de accidentes y lesiones, así como la posibilidad de depresión respiratoria.
Además, el alcohol puede aumentar el riesgo de efectos secundarios específicos de la Pregabalina, como mareos, confusión y visión borrosa, y puede provocar un mayor riesgo de convulsiones.
La pregabalina también potencia significativamente los efectos del alcohol y provoca un aumento general de la euforia. Conseguir el equilibrio puede ser difícil, incluso cuando se siguen las normas y las dosis, y es probable que los consumidores experimenten efectos secundarios desagradables como problemas de coordinación, pérdida de memoria, una fuerte resaca y sensación de zumbido en todo el cráneo.
Es importante señalar que la combinación de alcohol y pregabalina, con el tiempo, aumentará las posibilidades de desarrollar una fuerte adicción resistente.
A pesar de ello, la Pregabalina también se utiliza con cierto éxito para combatir el alcoholismo. Los estudios indican que los individuos que padecían alcoholismo pero observaban sobriedad y tomaban Pregabalina en dosis de 150-450 mg/día experimentaban menos recaídas y se abstenían de beber alcohol durante más tiempo.
Ante esto, se recomienda tener en cuenta los efectos secundarios que pueden ser peligrosos y sopesar los riesgos antes de considerar la combinación de Alcohol y Pregabalina.
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