Ketamina y metoxetamina
La ketamina es un anestésico disociativo y una sustancia psicoactiva conocida por sus diversos efectos farmacológicos. La ketamina actúa principalmente como antagonista del receptor N-metil-D-aspartato (NMDA), un tipo de receptor de glutamato en el cerebro. Al bloquear los receptores NMDA, la ketamina interrumpe la neurotransmisión excitatoria mediada por el glutamato, lo que conduce a un estado de disociación y reducción de la excitabilidad neuronal.
Interacción con otros receptores:
- Receptores opioides: La ketamina interactúa con los receptores opioides mu y delta, contribuyendo a sus propiedades analgésicas (calmantes del dolor).
- Sistemas monoaminérgicos: Afecta a la recaptación y liberación de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina, influyendo en el estado de ánimo y la percepción.
- Receptores muscarínicos: La ketamina tiene efectos antagonistas sobre los receptores muscarínicos de la acetilcolina, lo que podría contribuir a sus efectos psicotomiméticos (imitación de los síntomas de la psicosis).
La metoxetamina (MXE) es un anestésico disociativo y una sustancia psicoactiva que comparte algunas similitudes farmacológicas con la ketamina, pero también tiene propiedades únicas.
Al igual que la ketamina, la metoxetamina actúa principalmente como antagonista del receptor N-metil-D-aspartato (NMDA), que es un subtipo de receptor de glutamato en el cerebro. El bloqueo de los receptores NMDA da lugar a una reducción de la neurotransmisión excitatoria, lo que provoca efectos disociativos y anestésicos, así como alteraciones de la percepción y la cognición.
Interacción con otros receptores:
- Transportadores de Serotonina y Dopamina: La metoxetamina inhibe en cierta medida la recaptación de serotonina y dopamina, contribuyendo a sus efectos psicoactivos y euforizantes.
- Receptores Sigma: Existen pruebas que sugieren que la MXE interactúa con los receptores sigma, que están implicados en la modulación del estado de ánimo, la percepción y la neuroprotección.
Lacombinación de ketamina y MXE puede dar lugar a interacciones complejas debido a sus perfiles farmacológicos similares pero distintos. Ambos fármacos son disociativos que actúan principalmente como antagonistas de los receptores NMDA, pero también interactúan con otros sistemas neurotransmisores.
- Disociación potenciada: La combinación puede amplificar los efectos disociativos, dando lugar a profundas alteraciones de la percepción y la cognición. Esto puede provocar disfunciones cognitivas graves, como alteraciones de la memoria, dificultad para concentrarse y déficits de la función ejecutiva.
- Alucinaciones y alteraciones de la percepción: Ambas sustancias pueden provocar alucinaciones visuales y auditivas. Cuando se combinan, la intensidad y duración de estos efectos alucinógenos pueden aumentar, dando lugar potencialmente a alucinaciones más vívidas y prolongadas.
- Euforia y alteración del estado de ánimo: Los usuarios pueden experimentar una euforia exacerbada, una sensación de bienestar y una mayor sociabilidad. Sin embargo, esto puede ir acompañado de confusión, ansiedad, miedo o paranoia. El consumo prolongado o en dosis elevadas aumenta el riesgo de desarrollar trastornos psiquiátricos persistentes como depresión o psicosis.
- Coordinación física: Ambas drogas pueden alterar las habilidades motoras, causando inestabilidad, pérdida de equilibrio y dificultad para hablar. El uso combinado puede afectar significativamente a la coordinación física, aumentando el riesgo de accidentes y lesiones.
- Efectos cardiovasculares: La ketamina puede provocar un aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial. Del mismo modo, la MXE puede provocar taquicardia e hipertensión. El uso combinado podría exacerbar estos efectos cardiovasculares, planteando riesgos significativos, especialmente para las personas con afecciones cardíacas preexistentes.
- Problemas de vejiga y vías urinarias: Se sabe que el uso crónico de ketamina causa daños en la vejiga y problemas en el tracto urinario, una afección conocida como cistitis por ketamina. Aunque inicialmente se pensó que la MXE era menos dañina en este sentido, la evidencia sugiere que también puede causar problemas similares con el uso prolongado.
- Riesgo de sobredosis: Tanto la ketamina como la MXE tienen un margen terapéutico relativamente estrecho. Combinarlas aumenta el riesgo de sobredosis, que puede conducir a una depresión respiratoria grave, inconsciencia y desenlaces potencialmente mortales.
Teniendo todo esto en cuenta, recomendamos evitar esta combinación bajo cualquier circunstancia.
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