Cómo sacar a los adolescentes de las drogas: una historia islandesa

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Es una soleada tarde de viernes, a eso de las tres, pero apenas hay nadie en el parque Laugardalur, en el centro de Reikiavik.De vez en cuando se ve a una madre con un cochecito, pero el parque está rodeado de edificios de apartamentos y es época de vacaciones, así que ¿dónde están todos los niños?

Los miembros del equipo BB caminan con Gudberg Konrad Jonsson, psicólogo islandés, y Harvey Milkman, profesor de psicología estadounidense que enseña en la Universidad de Reikiavik.

Hace veinte años, dice Gudberg, los adolescentes islandeses estaban entre los jóvenes más borrachos y drogadictos de Europa.

"El viernes por la noche era imposible caminar por la calle en el centro de Reikiavik porque era inseguro.
Había unmontón de adolescentes por todas partes desafiantemente borrachos y agresivos " - dice Milkman.

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Caminamos hasta un gran edificio. "Aquí tenemos la pista de patinaje cubierta", dice Goodberg. Hace un par de minutos pasamos por delante de otros dos edificios, para jugar al bádminton y al ping-pong. Aquí, en el parque, hay una pista de atletismo, una piscina con agua termal y unos cuantos niños jugando al fútbol en un campo artificial.

Los niños no están ahora en el parque, explica Goodberg, porque están en estos edificios -haciendo deporte- o en clubes -practicando música, danza y arte-. O han salido de la ciudad con sus padres.

En la actualidad, Islandia encabeza la lista de países europeos donde los adolescentes llevan los estilos de vida más saludables.

El porcentaje de jóvenes de quince y dieciséis años que se han emborrachado en el último mes ha descendido del 42% en 1998 al 2% en 2022.

El porcentaje de los que han probado alguna vez el cannabis ha bajado del 17% al 7%. Los que fuman cigarrillos a diario pasaron a ser sólo el 3% en lugar
del 23%.

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La forma en que el país logró este golpe fue a la vez radical y científicamente sólida. En muchos sentidos, ese método se basó en lo que podría denominarse "sentido común reforzado".

"Este es el estudio más evocador y perspicaz sobre el estrés en la vida de los adolescentes que he visto en mi vida, estoy impresionado por lo bien que ha resultado ", dice Milkman.

Si el modelo islandés se adoptara en otros países, cree Milkman, podría beneficiar a la salud psicológica y física de millones de niños, por no hablar de los presupuestos de las instituciones sanitarias y de la sociedad en su conjunto.

"Me encontré en el ojo del huracán de la revolución de las drogas " - explica Milkman tomando un té en su apartamento de Reikiavik.
Aprincipios de los setenta, cuando estuvo interno en el Hospital Psiquiátrico Bellevue de Nueva York, ya existía el LSD, mucha gente fumaba marihuana y la cuestión de por qué la gente tomaba ciertas drogas suscitaba gran interés.
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En su tesis, Milkman llegó a la conclusión de que la gente elige la heroína o la anfetamina en función de cómo prefiere afrontar el estrés: los consumidores de heroína quieren aturdirse, mientras que los de anfetamina se enfrentan al estrés cara a cara.

Tras la publicación de este trabajo, Milkman fue uno de los científicos seleccionados por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas para responder a las siguientes preguntas.
  • ¿Por qué la gente empieza a consumir drogas?
  • ¿Por qué continúan haciéndolo?
  • ¿Cuándo alcanzan un umbral de abuso?
  • ¿Cuándo lodejan y por qué recaen?
En la Capital State University de Denver, Milkman trabajó mucho sobre la idea de que las personas desarrollan una adicción por los cambios en la química cerebral.

Los adolescentes que preferían enfrentarse al estrés cara a cara buscaban emociones intensas, y las conseguían robando neumáticos, tocadiscos y luego coches, o consumiendo sustancias estimulantes.

Por supuesto, el alcohol también cambia la química cerebral: es soporífero y sedante, y al principio te duerme con sensación de control, y eso puede quitarte complejos y reducir la ansiedad hasta cierto punto.

"Lagente puede ser adicta al alcohol, a los coches, al dinero, al sexo, a las calorías, a la cocaína... a cualquier cosa" - dice Milkman, - "Nuestra tarjeta de visita era la idea de la adicción conductual".

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En 1992, el equipo de Milkman había conseguido una subvención gubernamental de 1,2 millones de dólares para el Proyecto de Autodescubrimiento, que ofrecía a los adolescentes alternativas a las drogas y la delincuencia, alternativas que podían darles la sensación de colocarse de forma natural.

Los investigadores recibieron comentarios positivos de profesores, enfermeras escolares y psicólogos, y reclutaron como participantes en el proyecto a adolescentes mayores de catorce años que no creían necesitar tratamiento pero tenían problemas con las drogas o delitos menores.

"Partíamos de lapremisa de que la propaganda contra las drogas no funciona porque nadie le presta atención.Hayque aprender a vivir con esta información " - dice Milkman.

En 1991, Milkman fue invitado a Islandia para hablar de este trabajo y de sus descubrimientos e ideas. Se convirtió en asesor del primer centro de tratamiento de drogodependencias para adolescentes de Islandia, en Tindar.

Milkman empezó a venir a Islandia con regularidad para dar conferencias. Estas conferencias llamaron la atención de una joven investigadora de la Universidad de Islandia llamada Inga Dora Sigfusdottir.
Sepreguntaba si se podrían utilizar alternativas saludables a las drogas y el alcohol como parte de un programa de prevención del consumo de alcohol y drogas.

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Los resultados fueron alarmantes. En todo el país, casi el 25% de los participantes en la encuesta fumaba cannabis a diario y más del 40% se había emborrachado en el último mes. Cuando los investigadores analizaron los datos más detenidamente, pudieron identificar los centros más y menos problemáticos. El análisis reveló claras diferencias entre las vidas de los adolescentes que empezaron a beber, fumar y consumir drogas y los que no.

Varios factores han demostrado ser fuertes protectores para los niños: la participación en actividades organizadas, especialmente deportes, de tres a cuatro veces por semana; el tiempo total que pasan con sus padres durante la semana; sentir que alguien en la escuela se preocupa por ti; llegar a casa antes de que anochezca.

El alcalde de la capital se interesó por este proyecto y después de algún tiempo se cambiaron las leyes. Se ilegalizó la venta de tabaco a menores de 18 años y de alcohol a menores de 20, y se prohibió la publicidad.

Se reforzaron los vínculos entre padres y escuelas mediante la creación de organizaciones de padres, que por ley tenían que existir en todas las escuelas, así como consejos escolares con participación de los padres.

Se animó a los padres a asistir a charlas en las que se les decía que era más importante simplemente pasar más tiempo con sus hijos que prestarles toda su atención de vez en cuando; que valía la pena hablar con los niños sobre sus vidas, averiguar de quién eran amigos y mantenerlos en casa por las tardes.

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Además, se aprobó una ley que prohibía a los niños de entre 13 y 16 años estar al aire libre después de las 10 de la noche en invierno y después de medianoche en verano. Sigue en vigor.


Los niños de familias pobres han empezado a recibir ayudas económicas por participar en clubes. Por ejemplo, en Reikiavik, donde vive más de un tercio de la población del país, una "tarjeta recreativa" proporciona a las familias 35.000 coronas al año por niño para pagar actividades extraescolares.


Y, lo que es más importante, se siguen haciendo encuestas. Una vez al año, casi todos los niños de Islandia rellenan un cuestionario de este tipo. Esto significa que siempre se dispone de datos actualizados y fiables.

En Europa, los niveles de consumo de alcohol y drogas entre los adolescentes han disminuido en general en los últimos veinte años, aunque en ningún lugar el cambio ha sido tan drástico como en Islandia.

Sin embargo, estas mejoras no siempre están vinculadas a intervenciones dirigidas al bienestar de los adolescentes. En el Reino Unido, por ejemplo, los adolescentes pasan más tiempo en casa socializando en línea que en persona; esta puede ser una de las principales razones del descenso del consumo de alcohol y drogas.

Pero la ciudad lituana de Kaunas es un ejemplo de lo que puede ocurrir con una intervención activa. Desde 2006, la ciudad ha realizado cinco encuestas a gran escala, y las escuelas, los padres, las organizaciones sanitarias, las iglesias, la policía y los servicios sociales se han unido en un esfuerzo por mejorar la salud de los adolescentes y frenar el consumo de drogas.

Los padres, por ejemplo, asisten cada año a ocho o nueve clases gratuitas de habilidades parentales, y las instituciones comunitarias que promueven la atención plena y la gestión del estrés están recibiendo financiación adicional en el marco del nuevo programa.

En 2015, la ciudad puso en marcha clases deportivas gratuitas los lunes, miércoles y viernes; también hay un plan para crear un servicio de transporte gratuito para familias no pudientes, de modo que los niños que viven lejos de los clubes deportivos puedan asistir a estas clases.

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Tras nuestro paseo por el parque Laugardalur, Gudberg Jonsson nos invita a su casa. En el jardín, sus dos hijos mayores -Jon Konrad, de 21 años, y Birgir Isar, de 15- me hablan del alcohol y el tabaco.

Jon no deja el alcohol, pero Birgir dice que no conoce a nadie en su colegio que beba o fume. También hablamos de los entrenamientos de fútbol: Birgir practica cinco o seis veces a la semana, mientras que Jon, que está en su primer año en la Universidad de Islandia, practica cinco veces.

Ambos empezaron a practicar regularmente a los seis años.

"Tenemos la casa llena de instrumentos musicales. Intentamos que se interesaran por la música. Antes teníamos un caballo. A mi mujer le gusta mucho montar. Pero no funcionó. Al final eligieron el fútbol" - me dijo su padre.

¿No practicaban mucho? ¿Alguien les obligaba a ir a jugar cuando preferían estar haciendo otra cosa en vez de practicar? "No, simplemente disfrutábamos jugando al fútbol ", dice Birgir.

No son todas sus actividades. Puede que Gudberg y su mujer, Thorunn, no tengan un plan específico para pasar un número estrictamente definido de horas a la semana con sus tres hijos, pero intentan llevarlos regularmente al cine, al teatro, a restaurantes, a hacer senderismo, a pescar... y cuando en septiembre trasladan a las ovejas islandesas de los pastos de alta montaña, incluso salen a pastar en familia.

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Puede que aJon y Birgir simplemente les encante el fútbol y tengan mucho talento (a Jon le ofrecieron una beca de fútbol en la Metropolitan State University de Denver, y Birgir fue seleccionado para el equipo nacional junior varsity pocas semanas después de conocernos). Pero, ¿podría el notable aumento del número de niños que practican deporte cuatro o más veces por semana tener otros beneficios además de hacer que los niños crezcan más sanos?

¿Tiene algo que ver, por ejemplo, la aplastante derrota que Islandia infligió a Inglaterra en la Eurocopa 2016? Al oír esta pregunta, Inga Dora Sigfusdottir, ganadora del premio Mujer Islandesa del Año 2016, sonríe y dice: "También hay éxitos en la música, por ejemplo Of Monsters and Men es una banda de folk-pop indie de Reikiavik. Son jóvenes a los que se ha empujado a trabajar sistemáticamente. Algunos me han dado las gracias " - dice y guiña un ojo.

En otras ciudades que se han sumado al programa La Juventud con Europa, se han observado otros efectos positivos.

En Bucarest, el índice de suicidios entre adolescentes está disminuyendo, al igual que el de consumo de alcohol y drogas. En Kaunas, el número de adolescentes delincuentes se ha reducido en un tercio de aquí a 2023.


Inga Dora resume:
"Hemos aprendido de la investigación que necesitamos crear un entorno en el que los niños puedan llevar una vida sana, y entonces no necesitarán consumir sustancias, porque la vida es divertida e interesante tal como es".
 
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Sí, la desinformación sistemática y las actividades sin sentido para los jóvenes también son un problema en este caso. Pero en este caso, ¿hay algún consejo útil para conseguir que tus propios hijos se alejen de las drogas? Cambiar el sistema por mi cuenta no es posible. Pero tampoco deseo que mis hijos vivan las mismas experiencias que yo. Hablar no es suficiente. La oferta de actividades sigue siendo la misma nada.
 

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Normalmente, durante los primeros años de su vida, los niños son entrenados según el principio de "mono ve - mono hace", es psicología básica. En el momento en que los niños empiezan el colegio y la escuela, están expuestos a "nuevos conocidos". Nosotros, como padres, sólo podemos ejercer un control pasivo sobre el círculo social de nuestros hijos, limitando a los drogadictos potenciales y demás. También hay que mantener conversaciones preventivas. Pero, por desgracia, no existe actualmente ninguna panacea para este problema. No obstante, repito, depende mucho del círculo social, del lugar de residencia, del estilo de vida de los amigos y de los padres.
 
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